Mi nombre es Eduardo y soy un emigrante Venezolano que llegó a España en el año 2015. Además de emprendedor, soy un apasionado del running, una pasión que descubrí hace más de 11 años.
Empecé en Caracas casi por accidente: me puse unas zapatillas y corrí una media maratón sin preparación. La sufrí muchísimo, pero me dio propósito, estructura y una nueva forma de ver los retos. Desde entonces nunca lo dejé. En 2021 corrí mi primera maratón en Berlín y descubrí lo que significa la auto superación. Esa sensación de empujar tus límites me marcó, tanto en la vida como en el emprendimiento.
La chispa nació en octubre de 2023, en la línea de salida del Maratón de Chicago. Rodeado de miles de corredores, noté que casi todos llevaban lo mismo: las mismas cuatro marcas, los mismos colores, los mismos diseños. Y me pregunté:
¿Y qué pasa con quienes quieren diferenciarse y buscar propósito en las marcas?
De ahí surgió Black Pine: una marca española de ropa técnica de running pensada para corredores que quieren algo distinto. Una alternativa con tres pilares claros:
Cuando decidí lanzarme a crear mi propia marca, sabía que no era un experto en moda ni en e-commerce. Por eso busqué el apoyo y la consultoría de personas con experiencia en el sector. Poco a poco fui dando forma a lo que sería la primera colección: definir los diseños basados en mi experiencia como corredor y en lo que realmente busca el consumidor, elegir telas que fueran 100% recicladas y asegurar que cada detalle respondiera a la funcionalidad y la sostenibilidad.
No fue fácil. Encontrar las mejores telas nos obligó a cambiar de proveedores e incluso de fábricas. Lo que en mi cabeza podía ser un proyecto rápido terminó alargándose casi dos años: búsqueda de materiales, hilos, logos, fábricas, pruebas… todo era un engranaje que requería tiempo y paciencia. Las primeras muestras de Black Pine eran muy diferentes a lo que existe hoy, porque fuimos exigentes desde el principio. Queríamos un producto funcional, de calidad y sostenible, y ese compromiso nos obligó a no conformarnos con menos
El nombre.
El origen del nombre Black Pine no fue un destello repentino, sino un proceso de búsqueda. Queríamos un nombre con significado auténtico, que representara la esencia de la marca y que además y muy importante no estuviese registrado. Teníamos claro que debía estar formado por dos palabras, y que una de ellas fuera un color.
El “Pine” nace de mi experiencia personal: uno de los parques donde entreno con frecuencia está lleno de pinos. Esa conexión con la naturaleza y con los lugares donde corro me inspiró a tomarlo como símbolo de la marca.
El “Black” representa varios elementos que forman parte de nuestra identidad:
-El esfuerzo silencioso de los entrenamientos de madrugada, cuando la ciudad todavía duerme y solo queda la oscuridad, el reto y la disciplina.
-La estética minimalista y elegante del negro, un color sobrio y atemporal que refleja el estilo limpio de Black Pine.
Nuestro lema, “Trust the Process”, es mucho más que una frase: es una filosofía 360 que atraviesa mi vida, la marca, el running y la sostenibilidad. Para mí significa que las grandes cosas no suceden de la noche a la mañana, sino que son el resultado de pequeños pasos, de constancia, de consistencia y de sacrificio. Pero lo más importante es aprender a disfrutar de ese camino, de ese proceso, no solo del resultado: ahí está la verdadera felicidad.
En sostenibilidad, este lema también tiene un sentido profundo: sabemos que Black Pine por sí sola no cambiará la situación del planeta, pero sí puede aportar su granito de arena, inspirar a otras marcas y contribuir a un consumo más consciente. Ese es el proceso que, a largo plazo, puede ayudar a revertir la tendencia y crear un futuro mejor.
El lanzamiento el 4 de junio de 2025 (dia mundial del corredor, ¡pura casualidad!), fue un sueño cumplido, pero lo que más orgullo me da es ver clientes que repiten. Esa confianza es lo que nos impulsa a seguir construyendo, kilómetro a kilómetro.
Has conocido nuestra historia. Ahora es tu turno de confiar en el proceso.